lunes, 21 de diciembre de 2009

Aunque no quiera.

El patrón me llamó el viernes, exigiendo me presentara a trabajar ese mismo día. Le dije que no podía, tenía pendiente el discurso para los egresados. Sábado... otras actividades. Domingo... Avatar. Así que se tuvo que aguantar 3 días más. Hoy lunes 21 de diciembre me retiro al DFctuoso. Nada más dos semanas que tenía planeado disfrutar de este periodo libre para continuar escribiendo, creo estar pasando por un periodo de creatividad bastante bueno, trataré de escribir en papel mientras esté allá y regresando posteo algunas cosillas pendientes. Al mal paso darle prisa. Feliz navidad y prospero año nuevo.

martes, 1 de diciembre de 2009

Se acaba el año.

Usualmente por estas fechas me invade un sentimiento de tristeza acompañado de reflexión sobre lo que voy haciendo con mi (asquerosa) vida. Dicen que es debido a las fechas tan especiales que se aproximan pero mi mente (ir)racional me dice que a falta de luz solar, (con eso de que la tierra se encuentra en su punto orbital más alejado del sol), mi amígdala del cerebro no recibe la suficiente estimulación y por lo tanto no se produce la cantidad normal de endorfinas. Mientras son peras o son manzanas, me tengo que aventar el paquete y cual señorita solterona, enfrentar los cambios de humor que amenazan mi estabilidad emocional. En fin, a pesar del humor de la chingada conservo esa parte racional, buen mecanismo de defensa para estas situaciones, así que trato de ver objetivamente que ocurre, que me hace sentir así. Comencemos por la escuela, una carrera de 9 semestres (4 años y medio) se convirtió en una de 10... semestres. Eso ya lo tenía en cuenta, pero no tenía previsto alargarla otro semestre más y aunque aún no se confirma la noticia, realmente me hace sentir frustrado. Aparte de la frustración, viene la nostalgia. Mis amigas y compañeras de generación (Generación XII) ya salieron, serán un recuerdo más de los pasillos del Instituto de Ciencias de la Salud. Estar atado un año más a la escuela significa un año más de perdida de tiempo. Es sofocante estar 14 horas diarias en actividades que me parecen irrelevantes. 4 horas son dedicadas al Servicio Social, 6 son para recibir clases y 4 para viajar de casa al escenario, del escenario a la escuela y de la escuela a la casa. No tengo idea de cuanto tendré que "invertir" en tareas. Considero que será una grata experiencia ejercer mi Servicio Social en una Preparatoria pero también tomo en cuenta que durante 6 meses no habrá manera de establecer un trabajo y un espíritu independiente clama salir de casa. 6 horas en la escuela bien pueden ser aprovechadas pero al frente tienes a personas que no les interesa en absoluto los seres que se encuentran sentados en pupitres. Hay cosas que me gustaría aprender: Tocar guitarra, dibujar, fotografía, escribir como los grandes. ¿Cuándo es el momento si estoy lleno de deberes y quehaceres? Dicen que solo es falta de madurez, que "la vida" no es fácil, que cuando crezca me voy a dar cuenta y a mis padres les voy a dar la razón y les agradeceré que me abrieron los ojos. Que debo trabajar si es que quiero ser alguien. ¿Es que acaso es un sueño? ¿Son meras fantasías juveniles? Se que muchos sueñan con ser grandes empresarios, con hacer mucho dinero y vivir trabajando para sus hijos y su familia. Cuando crecen se dan cuenta que "la vida" no es fácil, que deben trabajar mucho y ganar poco. Que se va a divorciar porque ella no aguanta su carácter, que sus hijos son malcriados y malagradecidos y que las deudas se amontonan y en esos momentos recuerdan su juventud y afirman convencidos... era solo un sueño... y dejan de luchar por él. Yo no sueño con dinero. Un amigo me dijo que yo no soy ambicioso y le conteste que tenía razón. No busco una casa enorme, no imagino ser miembro de una Asociación de Psicólogos famosos, tampoco busco la "cura" para la depresión, no, mis objetivos son distintos. Quiero una casa pequeña en una ciudad tranquila y pequeña, con pequeño pero bello jardín. Quiero levantarme a las 10 los fines de semana y salir al parque a leer, a jugar ajedrez con algún amigo, tomar un café por las tardes mientras contemplo el paso de las personas. Quiero observar los atardeceres y pintarlos, quiero capturar esos efímeros instantes de la vida en algo más que mi memoria. Quiero trabajar en algo que me guste, sea escribir o bolear zapatos, que sea algo que me haga sentir satisfecho, que tenga sentido para mi. Quiero hacer ejercicio por las mañanas, ir al trabajo con una sonrisa y que esa sonrisa dure todo el día. Me gustaría trabajar escribiendo, quizá dar clases. El sentido al trabajo se lo doy yo y me cuesta encontrarlo en muchas actividades. No quiero ser de las personas que día a día se levantan para llegar a un trabajo que no les gusta, capaces de aguantar una rutina de inconformidad (o quizá de conformismo), que "viven" hartos de su trabajo, de su jefe, de su esposa y hasta de sus hijos. No quiero ser de esos que viven en privadas de lujo, privados de la felicidad y llenos de necesidad. Por el contrario, admiro al barrendero, que silba mientras realiza su labor, que alegre se levanta y que su día no es una carga. ¿Qué será de mi futuro? ¿Serán solo sueños de juventud? ¿Acaso estos sueños no requieren trabajo? Por supuesto que si, solo que no es el trabajo que todos imaginan, es un mayor esfuerzo. Es más fácil ser empleado que trabajar por tu cuenta. Es más fácil hacer lo que tus padres te digan que luchar por lo que quieres. Es más fácil vivir con papi y mami que salir de la casa a enfrentar un mundo hostil. Mi mayor problema no es saber qué es lo que quiero sino cómo voy a lograrlo. El tiempo que me queda en la escuela será para averiguarlo y aunque pasa el tiempo solo tengo 22 años y siento, de verdad siento y presiento que me queda poco tiempo, que ya estoy viejo. Ahora que lo escribo, me acabo de dar cuenta que es totalmente irracional, que ese pensamiento no me esta ayudando en nada. No me había dado cuenta. No solo es el pensamiento sino las emociones que provoca. ¿De verdad estoy viejo? ¿De verdad eh desperdiciado mi vida?