miércoles, 12 de enero de 2011

No vives con ella.


No amigo, es que tu no entiendes porque no vives con ella, no sabes de lo que te hablo porque tu eres soltero y no te preocupas por otra persona aparte de ti. De verdad, esta situación se está volviendo insoportable.

viernes, 7 de enero de 2011

Un cuarto de siglo.

Conocí a Juan Rulfo por casualidad, de esas veces que andas vagando por las calles y entre los puestos te encuentras con una nota de él en un periódico.

Juan Rulfo. Me gustó como suena el nombre, eso sin mencionar que somos tocayos. Tenía como 15 años y ni idea de que el señor escribía. Al llegar a la prepa, en esas visitas forzadas a la biblioteca, cuando me obligaban a ignorar la sección de Literatura para meterme de lleno en Matemáticas, escape unos 5 minutos para “tantear el terreno”, ver que historias podía encontrar en un estante casi vacío.

Ahí estaba de nuevo: Juan Rulfo. El título del libro: El llano en llamas. Lo primero que me vino a la mente fue una novela de guerra. Imaginé una lucha entre franceses y una facción desconocida. Una historia heroica, del tipo Hollywood, con muchos disparos y explosiones y al final, un cabrón bien maldito sacrificándose por su patria. Muy alejado estaba de la realidad.

Yo creo firmemente que, así como los maestros llegan cuando el alumno está listo, los libros llegan cuando la persona los entiende. Tardé otros 5 años para leer “El llano en llamas”. Andaba de curioso en una librería y vi el mencionado. Color café, pequeño, una bonita portada, papel grueso y letra grande. Sin pensarlo me dirigí a la caja y pague lo correspondiente.

Comencé a leer al abordar el camión de regreso a casa. Para cuando llegué a mi destino, estaba completamente enamorado de la prosa de Juan. El libro comienza con el cuento “Nos han dado la tierra” Nunca había leído a una persona describir, con tanta belleza mezclada con nostalgia, un llano. Simplemente la historia de 4 personas que caminan por un llano, bajo un ardiente sol.

Un cuento fácil, pero que encierra tanto significado, que muestra las ilusiones y debilidades del ser humano, que deja entrever el alma del autor y de los personajes.

El libro continua bajo esa línea. Sublime en todos los aspectos, tan diferentes los personajes, tan llenos de vida, de esa vida que se nos escapa cada segundo. Y de esa tierra, de México y su “realidad” porque no escribe de una “realidad” sino de muchas. Y cada página lleva impresa el alma de nuestra gente, de nosotros mismos y del autor.

Así conocí a Juan Rulfo y digo lo conocí porque siento que su obra mostró su verdadero ser. Sobra decir que a la semana siguiente corrí a comprar su novela Pedro Páramo. Ambos libros se convirtieron en mis favoritos inmediatamente.

Hoy se cumplen 25 años de su muerte y si no has leído ninguna de sus historias, es tiempo de que te acerques a ellas y a su autor. Te aseguro encontrarás un maravilloso tesoro de las Letras Mexicanas.

Descanse en paz Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno.
16 de mayo de 1917 - 7 de enero de 1986.