miércoles, 12 de enero de 2011

No vives con ella.


No amigo, es que tu no entiendes porque no vives con ella, no sabes de lo que te hablo porque tu eres soltero y no te preocupas por otra persona aparte de ti. De verdad, esta situación se está volviendo insoportable.

Cada día tengo que aguantar sus disgustos, me enferma ver esas muecas de desprecio hacia mi. Ha llegado el punto en que ya no podemos platicar, siempre terminamos discutiendo, siempre a gritos. Un día de estos voy a cometer una estupidez.

No se que hacer, amigo. He pensado muchas veces en el divorcio, al cabo que no tenemos hijos y nos casamos por bienes separados, pero no entiendo por qué dudo en hacerlo. Quiero pensar que ella también duda. Quiero pensar que todavía tenemos una oportunidad, por lo viejos tiempos.

Te confieso, amigo, que me casé muy enamorado. Tal vez ese fue mi error; sólo ver la belleza y no prestar atención a los defectos... ¡Pero es que no los tenía! Cuando la conocí todo era amor, un jardín de rosas, como acostumbran a decir. Ahora que lo pienso, tiene razón: se ven los pétalos pero cubren las espinas.

¡Qué difícil es tomar una decisión al respecto! Cada día siento que me hundo más en la miseria. Creo que me volví descuidado con mi persona, me creció la barriga, mi cabello se tiñe de plata, no dejan de aparecer arrugas y hasta mi virilidad se ve afectada.

Ya no soy el de antes, pero ella tampoco lo es. Recuerdo cuando la conocí, estábamos en la universidad, yo recursába una materia. Ella era hermosa, su cabello rizado olía a manzanilla, rubio y brillaba con el sol. Su piel era tan blanca que parecía de porcelana y tan suave como el terciopelo.

Recuerdo que en una fiesta nos tomaron una foto, la imprimí y la coloqué en el buró de mi habitación. Poco después nos hicimos novios. Solíamos ir al parque a caminar, a ella le encantaba la fotografía y con su cámara tomaba fotos de todo lo que le parecía interesante. Muchas veces serví como modelo.

Platicábamos por horas sobre un montón de cosas, nunca faltó un tema para debatir. Admiraba su inteligencia. Era tan observadora, tan perceptiva… ¿qué pasó entonces?

Nos casamos. No imaginaba mi vida lejos de ella. Estar con ella se convirtió en mi necesidad, por eso le propuse matrimonio. Y el sueño poco a poco se convirtió en pesadilla.

Ya no estaba Papi o Mami para cumplir sus caprichos, sus hermanos se hicieron a un lado, ahora era mi responsabilidad. Eso me dijeron. Y traté de cumplir, de darle lo que pensaba se merecía. Trabajé muy duro para comprar una casa, trabajé muy duro para pagar la renta. Me partí el lomo día y noche. De día, bajo el sol, de noche, planeando una vida mejor.

Pero mi meta se veía tan lejana. Nunca hubo casa y los hijos que me prometí darle, tampoco llegaron, no merecen un lugar así. Olvidé mi promesa de viajar con ella por el mundo. La vida se encarecía cada mes, mi trabajo no era suficiente y ella tuvo que trabajar también.

Ahí fue cuando todo se fue al carajo. Ella ganaba dinero, más de lo que yo podía darle. Se compraba lo que no podía comprarle, recobró su independencia, ya no me necesitaba y me volví una carga para ella, un obstáculo en el cumplimiento de sus sueños.

Dejé de pensar en ella, exigí respeto por mi esfuerzo. Y le reproche que ella ya no me tocaba, le reclame por su frialdad, la ofendí porque descuidó su figura, la llamé gorda, en realidad no ha subido mucho de peso, si acaso soy yo el obeso.

Dejé de ver el brillo en sus ojos, ahora sentía envidia por ella. Si, amigo, envidia, ella nunca dejo de luchar por mejorar su vida, yo me di por vencido. Ya me cansé de luchar, de seguir en esta farsa, pero, hay veces que llego cansado y sin darme cuenta, al ver en sus ojos aquel resplandor de la juventud, siento que todo puede ser mejor. Por extraño que pueda parecer, ella aún sonríe con mis chistes malos.

¿Será que todavía existe Amor entre nosotros?
¿Podremos aceptarnos tal y como somos?
¿Seremos capaces de vernos uno al otro como seres humanos?

Cuando me casé por la Iglesia, el Padre dijo que estábamos unidos hasta que la muerte nos separara… ¿Qué pasa si el Amor ya murió?

4 comentarios:

Jaime dijo...

Cuantas de estas historias conozco.

tunetworker dijo...

Yo si creo en una familia, pero no en la perfecta, depende MUCHO pero MUCHISIMO de lo que la pareja planea antes de casarse, si se casan pensando que porque la otra persona te ama te dejara hacer y ser lo que quieras, estamos mal, todo esta en el ponernos de acuerdo, la familia es una empresa y debemos saber administrarla...

El problema principal en las separaciones es el ORGULLO, si ese lo dejamos a un lado y nos ponemos a pensar primero en nuestra pareja, entonces todo sera diferente...

Y como me dijeron una vez, Hay que Jugarsela!! y no se vale el juntarse para ver si la hacemos, eso no es honesto, porque ahi nadamas estamos siendo Orgullosos desde el principio, con una opcion de salida Facil a la primera que no nos guste...

Saludos gente!

Indalecio dijo...

ahhhh el amor, tán fragil y tán necesario..............

Juanako Bananas DxtrWard dijo...

@Porta: Sii jejeje, suele pasar =(

@Ozl: También depende de las expectativas que se tenga uno del otro. Creo son muchos factores que inciden.

@Inda: Totalmente de acuerdo.