domingo, 8 de abril de 2012

Un observador

Iban de la mano, caminando. Los reconocí enseguida. Sonreían sin importarles el mundo gris que les rodeaba; se veían muy felices juntos. Él no podía apartar sus ojos de ella. Ella acariciaba su rostro y lo besaba tiernamente. Tenía envidia, quería ser yo quien recibiera esos besos, sentir su mano, abrazarla fuertemente.

Deseaba la muerte de él. No veía otra forma de separarlos, a todos lados iban juntos. Se conocieron en el trabajo, compartían la hora de comida, los fines de semana los pasaban con la mamá de ella. No había momento que él la dejara sola. Cuando se enfermaban, uno cuidaba del otro, era absurdo.

No quería darme por vencido, mis amigos decían que la olvidara, que había muchas otras mujeres, más bonitas, más inteligentes. No escuchaba sus argumentos, ignoraba sus consejos, era una obsesión y yo estaba convencido que era amor lo que sentía, no un capricho.

Los días pasaban, yo enfermaba. No dormía, no comía. La idea de tenerla junto a mi era mi motivo para levantarme, verla pasar, saludarla en la oficina, oler su perfume. De pronto lo vi claramente: un plan para separarlos. Debía aprovecharme de los celos de él.

Fui trazando meticulosamente los pasos a seguir, todo comenzaba aquí, durante este fatídico día. Pero no esperaba toda esta situación.

Los vi, sabía que llegarían a los columpios. Otra persona ya los estaba esperando. Un asaltante con navaja en mano. Observé todo y sin embargo nada es claro. Un rápido movimiento y él estaba en el suelo, desangrándose. Un grito que me sacó del estupor y ella llorando mientras dejaba otro enorme charco de sangre. Los vi morir. Juntos. Llamé a la ambulancia y dejé que los curiosos satisficieran su morbo. Del asaltante nada se supo.

2 comentarios:

mEMPHIs_mr dijo...

Siempre quize escribir pero nunca se me dio eso. Lo haces bien =)

Juanako Bananas DxtrWard dijo...

Gracias, carnal =)
Trato de ir mejorando cada día.