miércoles, 28 de marzo de 2012

Junto al mar

Esa ocasión en la playa
así contemplé tu mirada:
triste; en una gran soledad
y creí ver una lágrima.


Me prometí cambiar eso,
 ver una sonrisa en tu rostro,
cambiar tu dolor por gozo
que fueras feliz al regreso.

Lo intenté haciendo el ridículo,
tratando con bromas simples;
hablando de temas banales
o preguntas existenciales.

Confieso que tenía miedo
pues me asustaba tu estado.
Presentía tu rechazo
y predecía tu disgusto.

No deseaba provocar tu ira,
en cambio, esperaba tu caricia
aunque sea una sonrisa
tan suave como la brisa.

¿Sabes? Me duele aceptar
aquello que por ti siento.
En realidad desconozco
si es amor lo que hay adentro.

Al finalizar el día
pude encontrar en tu mirada
aquel brillo que anhelaba
y me llené de alegría.

Sin embargo yo no entiendo
por qué tan gran felicidad
(efímera e inconstante)
desapareció en solo un momento.

¿Acaso era sólo un reflejo?
¿Una ilusión, una mentira?
Tal vez era mi proyección.
tan solo mi imaginación.

Ahora que regresamos
veo tristeza en tus ojos
y me asalta una sorpresa
que desgarra mi alma traviesa.

En tus ojos me veo a mi
lleno de gran melancolía
y dudo si aquella soledad
sea tuya o sea mía.

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